Nadie te hace caso, lo sé.
Y puedes quitarte las gafas de sol, nadie va a reconocerte.
¡Tela de motivador para afrontar otro día más en tu vida! ¿eh?
Pues sí, porque en realidad, es irrelevante la repercusión.
O al menos debería ser algo anecdótico.
Sin embargo, para la gente que hace cosas, la aprobación o el reconocimiento ajeno suele ser un motor de motivación.
Y es lógico. Si no de qué funcionarían también la redes sociales con el invento de los «Likes».
Pero yo en mis trece.
En plan taladro de la muerte contra todo lo que no sea crear por el simple, y MARAVILLOSO, hecho de crear. De hacer cosas.
El otro día escuchaba un blog de un tipo que su pasión es montar proyectos para hacer negocios, y la pasión que desbordada era envidiable.
Pues eso, a hacer cosas.
P.D.: Y en fin de semana también, no seáis flojos. Terrible el concepto de «dominguero».